¿Qué tipo de creencias transmito a mi hijo?

Una creencia es el sentido de validez sobre el significado de algo. Durante la crianza de un hijo los padres y maestros transmiten sus creencias y enseñan a sus hijos a ver el mundo desde su experiencia y su criterio, y le van transmitiendo un significado de cada situación. Pero es necesario saber que estas creencias pueden ser tanto potenciadoras como limitantes.

Las primeras nos fortalecen y aumentan nuestra propia confianza en nosotros y en nuestras capacidades, permitiéndonos afrontar con éxito situaciones difíciles. Las segundas nos neutralizan y bloquean para afrontar determinadas situaciones, además de transmitir un concepto negativista sobre las cosas, mostrándose estrechamente relacionadas con la autoestima y el autoconcepto que cada uno de nosotros.

Dependiendo de las creencias que le trasmitimos a nuestros hijos será marcada en gran medida su desarrollo como individuo.

Los niños creen ciegamente en todo lo que los padres afirman como cierto. Decir que eres bueno o malo para algo, que es difícil comunicarse con los demás, que los hombres no lloran, que esto o aquello es malo, los condiciona a pensar de igual manera.

Por ejemplo: transmitimos la creencia de que cuesta mucho ganar dinero, cuando Papá llega tarde a casa, se muestra preocupado y comparte poco en familia, sus hijos aprenden que trabajar y ganar dinero implica sacrificar el tiempo familiar y estar siempre ocupado. Para brindarle a nuestros hijos verdaderas oportunidades de éxito debemos revisar cuáles son nuestras creencias e identificar qué le trasmitimos a ellos en palabras, y acciones: ¿cuál es mi actitud ante circunstancias difíciles?, ¿qué frases digo frecuentemente, ¿conozco el mensaje que cada una de ellas reflejan?, ¿reconozco las potencialidades y talentos de mi hijo? Todas estas son preguntas que te pueden llevar a pensar en qué tipo de creencias trasmites y poder empezar a trabajar en ellas.