Mgter. Andrea V. Jares. Coordinadora del Programa
13 MITOS SOBRE EL MANEJO DEL DIVORCIO CON LOS HIJOS
El divorcio es tan común en estos tiempos que los niños ya están acostumbrados
Falso. Por más alto que se encuentre el porcentaje de divorcio de parejas con hijos a nivel mundial y nacional, sigue siendo una situación nueva tanto para los niños como para sus padres, que afecta su sentimiento de seguridad y altera su estructura. Algunos autores han señalado que el divorcio conlleva a un proceso de duelo similar al de la pérdida de un ser querido por muerte, que involucra etapas de negación, rabia, regateo, depresión y aceptación.
Si no le hablo del tema a mi hijo es mejor para él/ella
Falso. El divorcio genera muchas dudas, fantasías, miedos, confusiones y preguntas en los niños. Muchas veces sienten a sus padres tan preocupados o alterados que evitan hacer preguntas para no preocuparlos más. Esto no significa que no necesiten entender algunas cosas. Cuando se toma la decisión del divorcio ambos padres deben explicarle al niño los cambios que van a ocurrir en su vida y deben abrir un espacio para que él pueda expresar los sentimientos que generan estos cambios. Si no se le permite hablar del tema y expresar los sentimientos, estas emociones se convertirán en conductas o síntomas negativos en un futuro que pueden afectar diferentes aspectos de su vida. Lo ideal es permitir que el niño/a pregunte y se le pueden responder las preguntas en la medida que vayan preguntando. Existen algunos cuentos para niños escritos por profesionales sobre el tema (ejm: Dinosaurs Divorce de Brown Krasny Lawrene y Borwn Marc o My Family´s Changing de Thomas Pat) que pueden servir de guía para los padres en aquellos momentos.
Cuando vea a mi hijo/a triste, rápidamente debo hacer cosas para distraerlo como comprarle muchos regalos, llevármelo a diferentes lugares o cambiarle el tema para que no piense en eso
Falso. Por un lado, es importante enseñarles a los hijos a auto-controlarse cuando se sientan tristes, bravos y ansiosos. Se les pueden enseñar algunas opciones sanas para calmarse cuando los invada una emoción fuerte: respirar profundo, contar hasta diez, dibujar, bailar, jugar con una pelota, hablar con alguien. Sin embargo, no podemos cerrar el espacio para que sientan y expresen sus emociones negativas ya que esto, por más difícil que sea, es una parte sana de cualquier proceso de duelo por una pérdida. Es importante recordar que es una etapa por la que hay que atravesar para que en un futuro se sientan tranquilos. Cuando su hijo/a le refleje lo que está sintiendo por la situación familiar, permítale que exprese la tristeza y que hable del tema si así lo desea. Si se le trata de distraer con regalos y otras actividades o se le cambia el tema en esos momentos, las emociones quedarán acumuladas y se cerrarán las vías de comunicación.
Mi hijo ha tomado el divorcio muy bien.
Falso. El divorcio no es una situación planeada ni para los padres ni para los niños. Muchos estudios han comprobado que el divorcio afecta a los niños; sin embargo, cada persona lo expresa de una manera diferente. En algunas ocasiones el niño/a deja de expresar sus sentimientos de dolor para no aumentar la preocupación de los padres. Es cierto que una de las cosas más difíciles para un padre es sentir que algo está afectando emocionalmente a sus hijos, pero hay que recordar que el proceso de duelo es necesario para la recuperación.
No puedo ponerle límites a mi hijo porque está pasando por un momento difícil
Falso. En el divorcio hay muchos cambios que alteran el sentimiento de seguridad de un niño. En estos momentos es cuando más importante es que ellos sientan que tienen estructura y alguien que los cuide. La estructura hará que los niños se sientan protegidos y cuidados dentro del proceso de ajuste familiar. Los padres deben tratar de seguir manteniendo los mismos límites, reglas, rutinas y horarios que se tenían antes del divorcio dentro de lo posible.
Nunca peleábamos frente a nuestros hijos, así que ellos no se dieron cuenta de que algo estaba mal
Falso. No se necesita ver a dos personas peleando para sentir que hay tensión en el ambiente familiar. De la misma manera no se necesita ver a una persona llorando para saber que se siente triste. Si nota a su hijo comportándose de manera diferente o preocupado cuando algo está pasando refléjeselo. Ej.: Veo que no has parado de correr de un lado al otro, ¿será que algo te tiene preocupado?
Debo hacerle ver a mi hijo que yo actué bien y que su mamá o su papá fue el/la culpable
Falso. Es importante explicarle al niño lo que está pasando en un lenguaje que pueda tolerar. Independientemente del motivo del divorcio y de la rabia que pueda existir hacia el progenitor del sexo opuesto es importante que el niño/a siga teniendo un buen concepto de ambos padres. El niño siente que es una extensión de su padre y su madre, como si fuera una parte de ambos y, cuando se le hacen comentarios negativos sobre uno de sus padres, lo que el niño entiende es que una parte de él mismo no es buena, cosa que afecta su autoestima. Es bueno explicarles lo que está sucediendo, pero no es necesario darle detalles sobre los problemas íntimos de pareja.
Cabe destacar que el manejo es diferente en situaciones especiales, como en casos de abuso o donde la seguridad del niño esté en riesgo.
Mi ex esposo/ ex esposa y yo nos llevamos súper bien así que hacemos muchas actividades juntos para que nuestros hijos estén felices
Falso. Ningún extremo es bueno. Lo ideal para un niño es que sus padres puedan seguir teniendo una relación basada en respeto y que pueda estar con cada uno de ellos sin sentirse culpable de estar “traicionando” al otro. De hecho, se ha comprobado que los niños cuyos padres llevan este tipo de relación después del divorcio son los menos afectados emocionalmente y los hijos cuyos padres tienen una relación conflictiva son los más afectados en cuanto a su salud mental. Sin embargo, la relación de la ex pareja se debe manejar como una relación diferente a la relación que se tenía antes del divorcio. Si la ex pareja lleva una relación similar a la que tenían en el matrimonio, los niños se sentirán confundidos y estarán constantemente viviendo una montaña rusa emocional, donde por un lado se ilusionan pensando que los padres volverán a estar juntos y por el otro tendrán que enfrentar nuevamente la decepción de que no será así.
Mi hijo/a tiene que entender rápidamente que tengo una nueva pareja
Falso. Difícilmente los niños pierden la esperanza de que sus padres vuelvan a estar juntos. La llegada de una nueva pareja es una confirmación de que esto no volverá a pasar. Esto remueve heridas que necesitan ser procesadas y les crea una sensación de que querer a esta nueva pareja representará traicionar a uno de sus padres. Por otro lado, en algunos casos el niño/a necesita probar, antes de apegarse, que esta nueva persona no va a desaparecer de sus vidas. Es recomendable presentar a las parejas solo cuando se trate de una relación estable y es importante darles el tiempo a los niños dentro de los límites para que puedan asimilar la situación.
Ahora que su papá no está, mi hijo puede dormir en mi cuarto para que no se sienta solito
Falso. Muchas veces los niños sienten que tienen que ocupar el rol del papá cuando este se va y que deben cuidar al progenitor con el que viven. Es importante dejar claro que no es así porque esto le coloca una presión al niño/a más grande de lo que puede tolerar y manejar. Otra razón por la que a veces los niños se van al cuarto de los padres es porque necesitan verificar que estos están bien y que no los han abandonado. Si su hijo se pasa a su cuarto durante la noche, lo ideal es regresarlo a su cuarto, hablarle sobre el miedo que puede estar sintiendo y explicarle que usted va a estar siempre en su vida para darle seguridad. Si a los padres se les dificulta manejar este tipo de situaciones, probablemente se puedan beneficiar con ayuda profesional.
Mi hijo tiene que entender que cuando está conmigo es mi tiempo y no puede llamar a su mamá o papá
Falso. En un inicio es difícil para un niño sobre todo en sus primeros años de vida separarse de su ambiente seguro que es su casa. Uno de los síntomas que suele despertar el divorcio de los padres es la ansiedad de separación, que se define como una excesiva ansiedad a separase del hogar o de las personas con las que se tiene una fuerte relación de apego, que en este caso sería la madre o el padre. Permítale a su hijo/a expresar sus miedos abiertamente y deje que llame a su papá o a su mamá cuando está extrañando. También se le puede explicar que puede hacerle un dibujo, traerse un muñequito de su otra casa o llevarse una foto o accesorio de su papá o mamá con él/ella.
La mamá no sabe cómo controlar a mi hijo porque cuando está con ella se porta mal pero conmigo siempre se porta bien.
Falso. En nuestra sociedad la tendencia es que el niño/a pase la mayor parte del tiempo en casa con su madre y los fines de semana con su padre. En muchos casos se ve que el niño/a expresa sus sentimientos de manera más abierta con el progenitor con el que pasa más tiempo y con el que se fue de la casa refleja un mejor comportamiento. Esto no quiere decir que la madre no sepa manejarlo, ni que esté mintiendo, o que no sepa ponerle límites. Muchas veces se trata de que la presión de la disciplina recae sobre la persona que pasa mayor parte del tiempo con el niño/a. Por otro lado, en ocasiones el niño/a tiene mucho miedo de que el progenitor que se fue de la casa desaparezca de su vida, razón por la cual le muestra su mejor comportamiento, para así no decepcionarlo y perderlo.
Es mejor que dividamos las visitas en periodos largos (varias semanas o meses) para que así los niños pasen más tiempo en casa del papá y luego estén otro periodo largo donde la mamá
Falso. A pesar de que la situación ideal sería que el niño/a pasara la misma cantidad de tiempo con el papá, que con la mamá, este también necesita tener una base estable. El niño/a necesita sentir que a pesar de los cambios siempre hay una cama o un cuarto fijo al que va a regresar. Dividir las visitas en periodos largos probablemente va a satisfacer las necesidades de los padres más que de los niños. El niño no va a haber terminado de adaptarse a uno de los lugares cuando ya se le esté cambiando al otro. Es importante que ambos padres estén presentes en la vida del niño/a después del divorcio, pero es preferible hacer negociaciones que favorezcan su estabilidad.