Lidmi Fuguet
LOS NIÑOS TAMBIÉN TIENEN DERECHOS.
Como padres, constantemente pensamos en cómo criar y enseñar a nuestros hijos a que sean personas de bien, respetuosos y responsables; cuando reflexionamos sobre esto, nuestras ideas giran en torno a sus deberes y responsabilidades, como por ejemplo: ir a la escuela y tener buen rendimiento académico; ser respetuosos ante la autoridad, bien sea en casa, la escuela o el parque; realizar las actividades extracurriculares que hemos escogido para complentar su formación, entre otros.
Si vemos con detenimiento esta idea, podemos percatarnos que generalmente nos centramos en enseñar a nuestros hijos a cumplir sus DEBERES, pues de su ejecución dependerá el adecuado desenvolvimiento social y ciudadano… y ciertamente es así; sin embargo, nuestros hijos no entenderán integralmente el alcance y pertinencia de cumplir con sus deberes, si esta enseñanza no se acompaña de la comprensión y defensa de sus DERECHOS, aspecto que, lamentablemente en muchas oportunidades dejamos de lado.
Es por ello que, en el marco de la conmemoración de la Convención Internacional de los Derechos del Niño, a celebrarse el 20 de Noviembre, les expongo a continuación los beneficios que obtienen, tanto padres como hijos, cuando nuestros niños son capaces de entender y hacer valer sus derechos:
Los niños toman conciencia de su integralidad como seres humanos pues son capaces de comprender que más allá de sus obligaciones, cuentan también con el reconocimiento y respeto de las personas que les rodean.
Desarrollan sus capacidades de autoregulación emocional y defensa autónoma e integral, las cuales consolidará mediante la comprensión equilibrada del respeto a sí mismo y a los otros, facilitando la construcción de sus propios límites conductales.
Fortalecen las percepciones y relaciones empática con los otros a partir del reconocimiento de los derechos, para sí mismos y para con sus pares.
Amplían sus habilidades cognitivas y emocionales, por medio de la adquisición de competencias para la resolución de problemas en los diversos entornos donde se desenvuelvan.
Comprenden la justicia como una virtud propia e intrínseca, que conformará las bases para la consolidación de su personalidad
Cuando como padres, somos capaces de ampliar nuestra visión y acción de crianza, ofreciendo las oportunidades de enseñanza, no sólo para que nuestros hijos sean “buenos”, sino también para que logren ser felices y justos; entonces allí garantizaremos los pilares fundamentales para construir una sociedad para la convivencia y la Paz.
Colaboración de Lidmi Fuguet
Doctora en Educación
Magister en Letura y Escritura
Profesora en Educación Especial, mención Dificultades de Aprendizaje
@peqestrellitas