Lic. Dariana González
¡Mi hijo no lee bien!
La mayoría de los escritores jóvenes invierten estas letras. Es algo común que puede pasar hasta el segundo grado en la escuela primaria. Por lo tanto, si su hijo en el kínder invierte sus b y d, ¡no se asuste! Muchos padres ven estos errores simples y sacan la conclusión de que su hijo tiene dislexia. Pero, por lo general, no es el caso.
Cuando usted piensa acerca de esto, b, d, p y q, son en realidad la misma letra. Lo que ocurre es que están apuntando a diferentes direcciones.
Tampoco es raro que los niños pequeños escriban palabra completas al revés, como cuando escriben los en vez de sol. Otro punto problemático muy común para algunos nuevos escritores es la confusión entre el número 2 y la s.
Ninguna de esta mezcolanza es causa de alarma, a menos que su hijo sea mayor de 7 años. De hecho, la inversión de letras son apropiadas para el desarrollo de los niños pequeños que empiezan a escribir. En la medida que los niños escriban más, esos errores comúnmente desaparecerán por sí solos.
Sin embargo, no deja de ser importante que los niños practiquen escribir las letras y las palabras en la dirección correcta. Señale los errores de una manera amable y con suavidad, y ofrézcale ayuda si se siente confundido o frustrado acerca de la dirección que las letras deben de apuntar.
La gran mayoría de los niños superarán esta etapa de inversión y confusión por su propia cuenta. Pero, ¿qué pasa si no la pueden superar? Si su hijo está en el tercer grado o tiene 8 años de edad y todavía no pueden corregir el hábito de dar vuelta las letras b/d, sería entonces una buena idea que solicite una evaluación para intervenir la dificultad. Sin embargo, si además de estos errores nota:
A) Estrés o ansiedad frente al momento de la lectura
B) Dificultad para aprender o memorizar letras y sus sonidos.
C) Omisión, Sustitución o Rotación de letras de forma continua antes de la edad nombrada.
Es importante que la evaluación se haga de manera oportuna e inmediata puesto que la atención temprana a las dificultades mejora de gran manera los resultados ante la intervención.
Como habrás podido escuchar nosotros trabajamos de la mano con el Método Glifing, partiendo de una evaluación en la que en una misma cita entregamos un reporte de las habilidades lectoras de tu hijo. (puedes solicitar una cita aquí) Glifing además, nos permite ver cómo está posicionado el desarrollo lector de tu hijo con respecto a las de su grupo escolar. Mostrándonos gráficos indicativos de que áreas trabajar y entrenar. Te dejo toda la información del programa en este link y estaré atenta a tus dudas y preguntas.
¡Espero poderte ayudar!