Ideas para mejorar el Sistema Educativo
Los países que están primeros en las pruebas Pisa priorizan la formación de docentes.
El informe McKinsey revela que se puede mejorar a corto plazo.
Cómo mejorar la educación de un país es, probablemente, una de las preguntas del millón. La gran mayoría de los pedagogos asegura que se necesita una generación para ver cambios. Sin embargo, hay ejemplos en el mundo que indican que es posible mejorar en plazos más cortos. El informe de la consultora McKinsey & Co. (2012), recomendada por las pruebas de evaluación internacional Pisa como el mejor estudio comparativo en mejoras educativas, analiza las estrategias de 20 países exitosos. El estudio permite responder a dos preguntas claves: ¿cómo hicieron los sistemas educativos con mejor desempeño del mundo para alcanzar sus objetivos? y ¿cómo logran mantenerse en el tope del rendimiento, en las tablas de evaluación nacional? El documento revela, entre otras cosas, que la inversión es importante, pero no decisiva, y que uno de los principales secretos del éxito es la formación, motivación y aprendizaje permanente de sus profesores. Identifica, además, elementos que permiten observar mejoras en el desempeño en el corto plazo, independientemente del nivel del que se parta. Los sistemas estudiados fueron Armenia, Aspire (sistema norteamericano en algunas escuelas), Boston (Estados Unidos), Chile, Inglaterra, Ghana, Hong Kong, Jordania, Lituania, Letonia, Long Beach (California, Estados Unidos), Madhya Pradesh (India), Minas Gerais (Brasil), Ontario (Canadá), Polonia, Sajonia (Alemania), Singapur, Eslovenia, Corea del Sur y provincia occidental del Cabo (Sudáfrica). Las claves del éxito ¿Por qué algunos llegan a estar en el tope del rendimiento y otros no? Los factores decisivos para la calidad de la enseñanza no son fácilmente cuantificables, pero según se indica en el informe McKinsey, hay rasgos comunes entre los países que encabezan la tabla Pisa. Hong Kong, Finlandia, Corea del Sur, Japón y Canadá contratan a los mejores profesores, como una medida central. Logros. Un sistema educativo puede mejorar de forma significativa independientemente del nivel en el que empiece. En Long Beach, tras seis años de intervenciones, el nivel de desempeño de cuarto y quinto grado de primaria en Matemáticas mejoró el 50 por ciento y 75 por ciento, respectivamente. El informe indica que sistemas que empiezan en niveles muy bajos de desempeño, como Madhya Pradesh (India), Minas Gerais (Brasil) y provincia del Cabo (Sudáfrica), mejoraron significativamente sus niveles de lectura, escritura y matemática, en un período de dos a cuatro años y, simultáneamente, acortaron la diferencia entre estudiantes de distinto nivel socioeconómico. “La mejoría puede empezar desde cualquier nivel de desempeño de los estudiantes, en cualquier geografía, cultura o nivel de ingresos”, dice el estudio. El reto fundamental es lograr la mejora en el rendimiento de los estudiantes. Cómo enseñar. Los sistemas educativos mejoran más cuando los docentes cambian su forma de enseñar en lugar de cambiar el contenido de lo que enseñan. Compararse con similares. Los sistemas deben aprender de aquellos que están o estuvieron en etapas o niveles similares de mejoramiento, en lugar de mirar a los sistemas significativamente mejores en desempeño. También indica que las “recetas” exitosas del pasado no son necesariamente garantía en el presente. Sin receta única. Según el informe, es difícil que se pueda implementar un tipo de reforma que les “sirva a todos”. Mientras algunos sistemas informan resultados cuantitativos de resultados por escuelas (Estados Unidos, Inglaterra, Canadá, Madhya Pradesh y Minas Gerais), otros, como los de Asia y Europa del Este, sólo publican datos correspondientes a la totalidad del sistema. Seis claves El estudio revela que existen seis intervenciones comunes en el proceso de mejoramiento de los países en los que se observan mejoras. Desarrollar las competencias de los docentes para enseñar y las competencias administrativas de los directores; evaluar a los estudiantes; mejorar la información (datos) sobre el sistema; crear y aplicar leyes sobre educación; revisar los contenidos curriculares; buenos salarios y estímulos para docentes y directivos; autonomía y práctica colaborativa. El estudio muestra que los sistemas de niveles “pobres” o “aceptables” logran mejorar mediante una organización central que dé pautas para la práctica de la enseñanza, para los colegios y docentes. Sin embargo, este enfoque no funciona para sistemas que están ya en un nivel de desempeño en las categorías “bueno” o superior. Estos sistemas mejoran si la institución aumenta la responsabilidad y la flexibilidad de colegios y docentes para que moldeen las prácticas de enseñanza. Por ejemplo, estos sistemas establecen planes de carrera para los docentes, en los que los más capacitados apoyan a los más jóvenes, primero dentro del colegio y luego en todo el sistema. Y fomentan prácticas de colaboración entre maestros, observan clases y planifican juntos. Esta práctica es el principal mecanismo para mejorar la enseñanza y hacer que los docentes rindan cuentas unos a otros. Cuándo iniciar reformas. En todos los sistemas analizados, las reformas estuvieron motivadas por una crisis socio-económica, un informe crítico del desempeño del sistema o un cambio en el liderazgo.
Claves para sostener una reforma
Liderazgo. El liderazgo es fundamental no sólo para lanzar la reforma sino para sostenerla. Entre las características de los líderes políticos que mejoran los sistemas destaca que tienen una duración de seis años.
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Continuidad. Además, estos líderes cultivan activamente a la generación siguiente de líderes, asegurando así una transición suave y la continuación en el largo plazo de los objetivos de la reforma. Es el caso de Armenia, Sudáfrica y Lituania, que lograron mantener la continuidad de las reformas a pesar de los cambios frecuentes en el liderazgo político.
Texto de: www.lavoz.com,