La importancia de contar historias
Numerosos estudios han demostrado que es importante que se estimule el desarrollo cognitivo y del lenguaje de los niños y las niñas en el entorno familiar. Si están expuestos a un mayor número de palabras a través de conversaciones con adultos, la lectura y los cuentos, los pequeños desarrollan un vocabulario más variado a temprana edad que, al empezar la escuela, incidirá en sus resultados académicos.
En este sentido, los más pequeños de América Latina y el Caribe se encuentran rezagados. Muchos de nuestros niños no reciben la estimulación requerida para asegurar su desarrollo adecuado, ya que las pruebas muestran que los que viven en situación de pobreza conocen menos palabras que los que viven en entornos con mayores ingresos, y que a su vez, los niños de nuestra región conocen menos palabras que los de los países más desarrollados. A consecuencia de esto, muchos niños de la región no están preparados para comenzar la escuela.
Hablando de la situación de América Latina y el Caribe, los datos que manejan los gobiernos sobre el porcentaje de niños de la región a los que les leen un libro en el hogar están recopilados con base en diversas fuentes. Esto hace que sea difícil comparar la situación de un país a otro. Lo que sí se puede notar es que el nivel de estimulación lingüística que los niños reciben en su hogar puede variar considerablemente entre los países.
Por ejemplo, en el caso de los países que aplicaron la Encuesta de Indicadores Múltiples por Conglomerados (MICS), la probabilidad de que a un niño le lean es 29 puntos porcentuales más alta en Jamaica que en Costa Rica. Entre los países que aplicaron la encuesta del Programa Regional de Indicadores de Desarrollo Infantil (PRIDI), esta probabilidad es 14 puntos porcentuales más alta en Costa Rica que en Paraguay.
Se debe tener en cuenta que en cada país también hay diferentes gradientes socioeconómicos. Por ejemplo, crecer en un ambiente en el que los padres y madres no tienen el tiempo ni la formación para saber que los niños necesitan escuchar palabras nuevas y repetidas, hace que el número de palabras que escucha cada niño sea desproporcionado de acuerdo a la familia en que haya crecido. Lo más preocupante, es que esto se determina durante los primeros 18 meses de vida.
Con tantos beneficios, ¿cómo se fomenta la lectura?
Aquí comparto cinco formas simples en que los adultos pueden utilizar libros para estimular a los más pequeños:
1. Padres y madres pueden compartir un libro para promover la participación activa de los niños en la lectura al hacerles preguntas y comentar sus respuestas. Hay evidencia alentadora en Estados Unidos sobre el efecto de este enfoque en el desarrollo del vocabulario de niños en edad prescolar y de jardín de infantes.
2. La atención exclusiva a los hijos en el momento de compartir un libro es esencial para que tanto el adulto como el niño disfruten de la experiencia. Durante ese instante íntimo, el mundo del niño gira alrededor de lo que pasará en la historia, mientras los padres disfrutan del tiempo con ellos.
3. Otro punto a considerar es la disponibilidad de libros, revistas u otros materiales escritos que hay en la casa, para dar el ejemplo a los niños logrando que sean parte de su vida cotidiana.
4. Resulta clave elegir el libro adecuado para cada niño: pensar para quién lo estamos eligiendo, cuáles son sus gustos y preferencias.
5. Cuando leemos a niños pequeños, las imágenes deben ser claras. No debemos olvidar que ellos hacen una lectura de lo que entra por sus sentidos, por lo tanto dará sentido a lo que sus ojos vean a través de las ilustraciones.
Ahora que conoces estos pasos simples para fomentar la lectura desde la primera infancia, además del gran impacto que tiene en el desarrollo cognitivo y la disminución de la desigualdad desde temprano en la vida, te invito a compartirlos con tus contactos para celebrar este día del libro criando miles de nuevos amantes de los libros y las palabras.
Tomado de: blogs.iadb.org