Lic. Dariana González
¿Por qué los niños se cansaron de las clases online?
Después de casi 3 meses en clases online empezamos a notar cierto rechazo y resistencia de los niños por participar en ellas. Lo que para muchos al principio fué novedoso y atractivo hoy se está tornando un escenario de frustración y desánimo.
¿Qué ha pasado?
Hablando de los más pequeños quienes empezaban su vida escolar formal, 1ero - 2do - 3er grado, ha sido difícil sobrellevar las restricciones de una clase online, además de saber que no todas son tan divertidas y atractivas como esperamos. La participación limitada (no pueden intervenir en cualquier momento que deseen y esto es un reto de autorregulación a su edad), las pocas oportunidades de exploración (lo cual sigue siendo fundamental en su aprendizaje) y escasas posibilidades de compartir libremente con sus compañeros siendo el aprendizaje socioemocional una necesidad prioritaria para ellos, han sido razones suficientes para que los niños se desmotiven y no deseen participar.
¿Qué podemos hacer?
Lo primero sería comprender la situación, en la medida en la que observemos, escuchemos e intentemos ponernos en el lugar de los niños ellos se sentirán más entendidos.
Emociones: podríamos usar preguntas de curiosidad según sea el caso, explorando ¿Cómo se sienten? ¿Qué cosas le causan molestia, inquietud, rabia, frustración? o el sentimiento que nos manifiestan, invitarlos a ubicar en un cartel la emoción y colorearlo (les comparto un descargable para esta actividad), leer un cuento o crear opciones de ¿Qué podemos hacer cuando nos sentimos molestos, frustrados, apenados...? como soplar un globo, apretar masilla, colorear o respirar contando una respiración con cada dedito de su mano.
Alternativas de comunicación: durante las clases muchos niños quieren comunicarse más de lo que están pudiendo, quieren decir y mostrar cosas a sus maestros y compañeros. Una alternativa sería hacer un dibujo para mostrar aquello que quisieran contar como por ejemplo: su salida al parque, el encuentro online con amigos . . . Una opción divertida es sugerirle a su maestra/o tener 3 momentos en la clase de micrófonos abiertos donde todos puedan decir algo al mismo tiempo, reir, mostrar sus dibujos o saludar.
Herramientas de autorregulación: Muchos niños necesitan algo concreto (físico) donde puedan llevar el conteo de sus participaciones y administrarlas adecuadamente, así favorecerían su autorregulación. Se podrían elaborar tickets tipo cine o un mini cartel con 3 espacios para hacerle check cada vez que participa.
Espacios para compartir: Será vital asegurarnos que los niños tengan espacios adicionales a la clase para compartir entre ellos, enviarse videos, contar anécdotas o escribirse. El contacto social es parte fundamental del aprendizaje. Nosotros llevamos a los niños a la escuela para educarlos, ellos sienten que van para compartir con sus compañeros y maestros; de tal manera que su motivación está directamente relacionada a la experiencia social.
Comunicación con la escuela: comunica a los maestros/as lo que está sucediendo, recordemos que en una clase presencial los maestros tenían un feedback constante de lo que estaba sucediendo, podían notar quiénes de su clase no se estaban interesando por el tema, quiénes se distraían o necesitaban mayor atención ese día. Nosotros, que estamos observando lo que sucede del otro lado de la pantalla con nuestros hijos, necesitaremos hacerle llegar este feedback a los maestros de manera que puedan tomarlo en cuenta durante la clase y tal vez poner en práctica alguna de las herramientas antes descritas.
Vigilar los procesos y hacer ajustes: los niños que están en pleno desarrollo lector necesitarán que observemos de cerca sus habilidades actuales y avances, de tal manera que las actividades propuestas estén ajustadas a su nivel, tal vez lo que esperamos de ellos no sea lo que nos puedan dar ante estas circunstancias que vivimos.
Trabajando en nuestro programa de lectura Glifing, cada mes recibimos niños que sus padres nos refieren desmotivación y rechazo hacia la lectura, y siempre la clave para ayudarlos a interesarse, enamorarse de ella y avanzar es ajustar las actividades a su nivel, hacer que el juego sea el protagonista en cada sesión y motivarlos constantemente.
Esta modalidad de escuela online no fué una elección ni de la escuela, ni de los padres, ni de los niños. Más bien ha sido una forma de sobrellevar una situación que se escapa de nuestras manos, seamos empáticos y busquemos soluciones entre todos por el bienestar de nuestros niños.
¿Dudas o preguntas? puedes dejarlas abajo y con gusto las atenderé...
¿Conoces nuestro programa de desarrollo lector Glifing?
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