Más allá de la atención y la hiperactividad: Abordaje integral del TDAH
Me siento profundamente agradecida y emocionada por haber tenido la oportunidad de participar en el 5to Congreso de TDAH de la Fundación Valórate. Compartir con profesionales comprometidos con mejorar la vida de quienes conviven con este trastorno es, sin duda, una experiencia enriquecedora y motivadora. En mi ponencia, tuve el privilegio de hablar sobre un enfoque que va más allá de los síntomas clásicos del TDAH, explorando áreas clave que también necesitan atención para lograr un desarrollo integral. Espero que lo compartido en este evento inspire nuevas miradas y abordajes más completos en el tratamiento del TDAH.
Durante mi presentación, abordé la importancia de ir más allá de los síntomas centrales del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), tales como la inatención, la hiperactividad y la impulsividad. Si bien estos síntomas son fundamentales en el diagnóstico, es esencial considerar otros aspectos que también se ven profundamente afectados, como la autorregulación emocional, las habilidades sociales y la autoestima.
El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo complejo y heterogéneo, que impacta a cada persona de manera diferente. Las investigaciones recientes han revelado que no solo afecta el rendimiento atencional o el control de impulsos, sino que tiene un impacto considerable en la vida emocional y social de quienes lo padecen. Durante mi presentación, subrayé la necesidad de un enfoque integral que incluya no solo el tratamiento de los síntomas, sino también el abordaje de las áreas subyacentes afectadas.
La importancia del tratamiento multimodal
Uno de los temas más destacados de mi ponencia fue la efectividad del tratamiento multimodal en el manejo del TDAH. Este tipo de intervención ha demostrado ser el más efectivo.
Según el estudio "Multimodal Treatment of Children with ADHD" (MTA, EEUU, 1999), esta combinación de tratamientos no solo tiene efectos inmediatos sobre los síntomas del TDAH, sino que también genera mejoras a largo plazo en aspectos como la autoestima, la conducta social, las habilidades organizativas y el rendimiento académico.
El enfoque multimodal reconoce que el TDAH es un trastorno que requiere intervenciones en múltiples áreas. No se trata solo de reducir la inatención o controlar la hiperactividad, sino de ayudar a los niños y adolescentes a desarrollar las habilidades necesarias para enfrentar las demandas diarias de su entorno.
Un aspecto crucial de este enfoque es la participación activa de los padres. Los padres no deben verse simplemente como acompañantes en el tratamiento, sino como co-terapeutas. Es fundamental que reciban formación y apoyo para que puedan desempeñar un papel activo en las intervenciones terapéuticas, promoviendo cambios positivos tanto en casa como en la escuela. Los datos muestran que solo el 31% de los padres de niños con TDAH que reciben atención participan en los programas terapéuticos de sus hijos, lo cual deja un margen importante de mejora en este sentido.
Áreas subyacentes afectadas por el TDAH
Uno de los principales objetivos de mi presentación fue profundizar en las áreas menos visibles, pero igualmente importantes, que se ven afectadas por el TDAH. Estos incluyen la autorregulación emocional, las habilidades sociales y la autoestima.
Autorregulación emocional
La autorregulación emocional se refiere a la capacidad de una persona para gestionar y responder adecuadamente a sus emociones. Las personas con TDAH suelen tener dificultades en esta área, lo que puede llevar a estallidos emocionales, frustración y problemas de comportamiento. Durante mi exposición, me referí a la teoría de la autorregulación de Russell Barkley, quien sugiere que el TDAH implica una disfunción en los procesos de autorregulación. Esto dificulta la capacidad de inhibir respuestas impulsivas y de gestionar las emociones de manera efectiva.
Para abordar este aspecto, mencioné la importancia de intervenciones como la terapia cognitivo-conductual (TCC). La TCC ha demostrado ser efectiva para ayudar a las personas con TDAH a reconocer y modificar patrones de pensamiento negativos, lo que les permite desarrollar mejores habilidades para la regulación emocional. Además, el trabajo sobre la reactividad emocional en la infancia puede ser un factor predictivo de la gravedad futura de los síntomas del TDAH, lo cual refuerza la importancia de un enfoque temprano y adecuado.
Habilidades sociales
Otra área clave que discutí fueron las habilidades sociales. Estas se refieren a la capacidad de interactuar de manera efectiva con los demás, comprender las normas sociales y desarrollar relaciones saludables. Los niños con TDAH a menudo presentan dificultades para captar señales sociales, mantener amistades y participar en actividades de grupo. Esto puede deberse a deficiencias en su diálogo interno y en su memoria de trabajo auditiva, lo que les dificulta procesar información y reaccionar adecuadamente en situaciones sociales.
Aquí también es importante enseñar estrategias para la resolución de conflictos y fomentar el desarrollo de la empatía. Actividades como juegos de rol o la lectura de historias que promuevan la empatía pueden ayudar a los niños con TDAH a comprender mejor las emociones de los demás y a desarrollar habilidades sociales más sólidas. Además, deben trabajar en su memoria auditiva para mejorar la secuencia y comprensión de historias, lo que es esencial para fortalecer sus interacciones sociales.
Autoestima
Finalmente, subrayé el impacto que el TDAH tiene sobre la autoestima. La baja autoestima en niños y adolescentes con TDAH suele estar relacionada con las dificultades que experimentan en áreas como el rendimiento académico, las relaciones sociales y el control emocional. En muchos casos, desarrollan falsas creencias sobre sí mismos y sus capacidades, lo que afecta su visión de quiénes son y de lo que pueden lograr. Un enfoque terapéutico integral que incluya tanto el apoyo emocional como la mejora de las habilidades organizativas y sociales puede tener un impacto positivo en la autoestima de estos niños.
Conclusiones
Mi presentación concluyó con la reafirmación de que el tratamiento del TDAH debe ser integral y abordar no solo los síntomas visibles de inatención e hiperactividad, sino también las áreas subyacentes afectadas como la autorregulación emocional, las habilidades sociales y la autoestima. Involucrar a los padres como co-terapeutas y trabajar en el desarrollo integral del niño o adolescente no solo mejora la sintomatología del TDAH, sino también su calidad de vida.
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Mgtr. Dariana González
Especialista en TDAH - Trastornos del Aprendizaje y Trastornos de la
conducta. www.edukidsweb.com
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